miércoles, 14 de noviembre de 2012

Prometheus


A los primeros [hijos] se los tragó el poderoso Cronos según iban viniendo a sus rodillas desde el sagrado vientre de su madre, conduciéndose así para que ningún otro de los ilustres descendientes de Urano tuviera dignidad real entre los Inmortales. Pues sabía por Gea y el estrellado Urano que era su destino sucumbir a manos de su propio hijo, por poderoso que fuera, víctima de los planes del gran Zeus. Por ello ~o tenía descuidada la vigilancia, sino que, siempre al acecho, se iba tragando a sus hijos; y Rea sufría terriblemente.

Hesíodo, Teogonía, 459-468.







































¿Te pedí/Por ventura, Creador, que transformaras/En hombre este barro del que vengo?/Te imploré alguna vez que me sacaras/ De la oscuridad?

Milton, El paraíso perdido (1667).




























































El hombre es un animal para el cual sólo lo superfluo es necesario […] La técnica es la producción de lo superfluo, hoy y en la época paleolítica. Es, ciertamente, el medio para satisfacer las necesidades humanas. Ahora podemos aceptar esta fórmula que ayer rechazábamos, porque ahora sabemos que las necesidades humanas son objetivamente superfluas y que sólo se convierten en necesidades para quien necesita el bienestar y para quien vivir es esencialmente vivir bien. He aquí por qué el animal es atécnico: se contenta con vivir y con lo objetivamente necesario para el simple existir […] Pero el hombre es hombre porque para él existir significa desde luego y siempre bienestar.


Ortega y Gasset, Meditación de la técnica (1939).


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